Yo, yo mismo e Irene
Dos personas y tres personajes.
No sé si has visto esta película de Jim Carrey, pero es un claro ejemplo de lo que pasa muchas veces en la venta.
Me refiero a la venta por internet, pero también ocurre en persona.
Muchos creéis que para vender es necesario adaptarse, ser otro, mostrar otra cara…
Esta percepción es equivocada.
No hay nada mejor que ser uno mismo y atraer al cliente desde tu propia personalidad, desde tu forma de ser.
Ser algo que no es cierto, un personaje, no hará más que alejar a los demás.
Sé tú mismo y tendrás tu público.
Te leerán.
Les gustará.
Te contratarán.
Ten claro que no se puede gustar a todo el mundo y lo más fácil es ser transparente y explotar lo que eres.
Esto es válido para personas y para empresas.
¿Eres tú o tú mismo para gustar a Irene?